“Este accidente es un crimen de clase”
La vida de este joven obrero
argandeño viene a sumarse a la de los centenares de muertos anónimos que cada
año mueren en accidentes laborales en España. El pasado 2013 fueron cerca de
medio millar lo muertos en el tajo. Nada se dice de ellos, a una media de casi
dos muertos diarios los telediarios se colapsarían todos los días de estas
noticias. Y la burguesía no puede permitirse esto, que la clase obrera,
explotada, sea diariamente consciente del brutal crimen que se comete cada
jornada laboral en algún punto de la geografía española.
Sin embargo, en la zona sureste
de Madrid, y en el caso particular de Arganda, con uno de los entramados
industriales más grandes del país, donde se enredan una quincena de polígonos
que ponen en marcha diariamente miles de trabajadores, noticias de este tipo no
son extrañas. Cada poco tiempo las familias obreras de Arganda y de la zona
circundante se estremecen ante un nuevo accidente laboral, que, como en el caso
de hoy, termina en resultado de muerte.
El accidente que ha segado la
vida este martes, casi cuando aún no había amanecido, de un joven de 28 años es
algo más que un accidente. CCOO denuncia a las pocas horas que “la máquina
carecía de protecciones laterales, fallando todas las medidas de seguridad,
pues no debía de ponerse en funcionamiento sin que el trabajador la hubiera
accionado”. Un accidente laboral no es sencillamente un accidente, un azar
trágico. No, un accidente laboral es la más descarnada expresión de la
injusticia de un sistema basado en la explotación de una clase por otra. Este
accidente es un crimen, un crimen de clase. Como se suele decir: es terrorismo
patronal.
Los/as obreros/as nos esforzamos
y jugamos la vida cada día en el centro de trabajo, para ganar un salario que
en la gran mayoría de los casos ya ni siquiera basta para alimentarnos a
nosotros y a los nuestros. Nos jugamos la vida y la perdemos, como se ve; todos
los días muere algún obrero mientras el patrón sigue sumando beneficios a su
cuenta. Mientras continúe existiendo un sistema como este, el capitalista, en
que manden unos pocos sobre la vida de la gran mayoría trabajadora, no cesarán
las muertes en el puesto de trabajo, porque la ley del máximo beneficio –que es
la que impera en el capitalismo, invariablemente, se diga lo que se diga– exige
tales sucesos. En el último período anual consignado hasta septiembre de 2013,
los fallecidos en accidente laboral en España eran 439 trabajadores/as. Estos
son los números del genocidio del capitalismo español tan solo en el último
año.
Desde el PCPE y los CJC en
Arganda queremos expresar a la familia y compañeros de trabajo del joven
fallecido nuestro más sincero pésame.
Exigimos que se depuren todas las
responsabilidades y que los culpables, para variar, sean juzgados y condenados.
Ni una sola gota de sangre obrera
más que se derrame en el puesto de trabajo.
Madrid, 21 de enero de 2014
Partido Comunista de los Pueblos de España
Colectivos de Jóvenes Comunistas
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